Una vez se terminan las fechas navideñas, toca volver lentamente a nuestras rutinas del día a día. Atrás quedan comidas fastuosas con familia y amigos y las excursiones y viajes. En los primeros días del año afrontamos con pesadez la cuesta de enero, al que este año se le une por desgracia la escalada de precios a nivel mundial de la que ya te hablamos en este artículo. por ello, hemos querido comenzar el año recopilando una serie de trucos y consejos para conservar alimentos de la mejor manera posible.

Una de las maneras en las que las personas gastamos más dinero de forma innecesaria es el desperdicio de alimentos. Debido a compras excesivas, desconocimiento o pura desidia, las personas desperdiciamos decenas de kilos de alimentos al año que podríamos haber consumido siguiendo una serie de pautas.

En este artículo repasamos algunas de las mejores maneras para conservar alimentos en nuestro hogar, cosas que podemos hacer para aprovechar las sobras y varios consejos más para apretarnos el cinturón de cara a la cuesta de enero.

Congela el pescado y la carne

Uno de los trucos que permite evitar al máximo el desperdicio de alimentos de origen animal (carne y pescado principalmente) es congelarlos de manera sistemática salvo que vayamos a prepararlos en el momento. La carne y el pescado se estropean con facilidad, y muchas veces no nos acordamos de que tenemos unos filetes en la nevera y se acaban poniendo malos. 

Así, si los congelamos al poco de comprarlos, nos aseguramos de que su estado sea perfecto hasta el momento exacto en que los queramos consumir, sin preocuparnos de que se estropeen.

Lava las verduras antes de guardarlas

Para que los productos frescos duren lo máximo posible en nuestro hogar, debemos evitar a toda costa los hongos y las bacterias que producen las putrefacciones. Para ello, una de las maneras más sencillas es lavar las verduras con agua fría y secarlas bien antes de meterlas en la nevera. De esta manera, podemos alargar su vida útil unos días sin que pierdan su buen aspecto ni sus propiedades organolépticas.

Separa los alimentos correctamente

Otro de los trucos más útiles para conservar alimentos y que no se estropeen en nuestro frigorífico es separarlos para que no exista contaminación cruzada entre ellos. De manera preferente utilizaremos fiambreras o tápers, y si no disponemos de suficientes, las bolsas de congelados con autocierre también son una buena opción.

De esta manera, evitaremos que los alimentos entren en contacto entre sí y puedan pasarse las diversas bacterias que pueden contener. En el caso de la fruta, alargamos su periodo de maduración al evitar que se acumule el acetileno, un gas que liberan algunas piezas de fruta y que alarga su maduración.

Conserva los alimentos más delicados en la parte baja de la nevera

Los estantes más bajos del frigorífico son los que más frío reciben: algunos estudios han calculado una diferencia de hasta 3 grados entre las partes alta y baja de nuestras neveras. 

Así pues, lo mejor para conservar los alimentos es colocar los más perecederos (carne y pescado, principalmente) en la parte inferior de la nevera. De esta manera, nos aseguraremos de que serán perfectamente comestibles al cabo de unos días.

No llenes el frigorífico hasta arriba

Una de las reglas que debemos tener en cuenta a la hora de conservar los alimentos es que cuanto más aire frío circule entre ellos, mejor. Por ello, no conviene llenar la nevera del todo, sin que el aire frío pueda enfriar homogéneamente nuestra comida. 

Por norma general, intentaremos distribuirlos de la forma más homogénea posible en nuestro frigorífico, colocando los alimentos más resistentes en la parte de arriba y aquellos más delicados en la zona inferior de la nevera.

Mantén la nevera limpia para conservar los alimentos

Como no podría ser de otra manera, lo más importante para conservar alimentos correctamente es que nuestro frigorífico esté lo más limpio posible. Por ello, conviene hacer una limpieza general del mismo cada dos meses, según los expertos. La mejor manera de limpiar el frigorífico es retirar todos los alimentos y colocarlos en una bolsa con hielo. Después pasaremos un paño humedecido con una solución de agua y vinagre de limpieza.

Además, conviene estar atento en nuestro día a día y revisar que no haya alimentos en estado de descomposición que puedan ser un foco de futuras pudriciones en nuestro frigorífico.

Refrigera solo lo que sea necesario

Desde siempre hemos aprendido que cuando refrigeramos un alimento alargamos su vida útil. Aunque esto puede ser verdad en la mayoría de los casos, debemos tener en cuenta que hay ciertos alimentos que se conservan mejor fuera de los frigoríficos, o cuya refrigeración no es necesaria.

Tal es el caso de algunas frutas, como los cítricos, cuya refrigeración no es necesaria. En el caso de los plátanos, por ejemplo, debemos conservarlos fuera del frigorífico, pues dentro del mismo se acelera su maduración. Otros alimentos que conviene mantener fuera de la nevera son: patatas, piña, melón, aguacate y tomates.

Aprende a preparar conservas

Las conservas tradicionales son una manera excelente de aprovechar al máximo nuestros alimentos sin que estos se estropeen. Con las recetas de antaño y un poco de imaginación, podemos aprovechar los alimentos perecederos que tenemos por casa y convertirlos en comida que dure durante meses u años.

Escabeches, mermeladas, compotas, salazones… Con un poco de tiempo y ganas de aprender podemos preparar deliciosos alimentos a la par que evitamos el desperdicio de estos.

Trucos específicos para conservar algunos alimentos

A continuación, te explicaremos algunos trucos de conservación que sirven para algunos alimentos en concreto qué pueden ayudar a alargar su vida útil.

1. Guarda las cebollas en pantys. (Sí, los típicos pantys de señora). Ayudará a retrasar su maduración.
2. Colocar un par de manzanas entre las patatas para retrasar su maduración.
3. No juntes las patatas con las cebollas.
4. Introduce un trozo de papel de cocina en las bolsas de lechuga preparada.
5. Añade un poco de jugo de limón al aguacate y tápalo con papel film.
6. Intenta que las verduras estén lo más secas posible.

Bueno para nuestra economía, bueno para el medio ambiente

Como puedes ver, existen multitud de trucos que podemos hacer para conservar alimentos y alargar al máximo su vida mientras los tenemos en casa. Aparte de ahorrarnos unos euros al mes, evitamos el desperdicio de alimentos, una mala práctica que supone hasta el 10% de las emisiones de CO2 de la humanidad. 

Alarga la vida de tus alimentos: tu bolsillo y el planeta lo agradecerán.

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