Existen 8 emociones humanas básicas, aunque cada una se puede presentar con innumerables variaciones y matices. Las 8 emociones básicas son alegría, tristeza, miedo, asco, sorpresa, anticipación, ira y confianza.
Este modelo es obra del científico Robert Plutchik, creador de una Rueda de las emociones con la que ilustrar qué papel juegan y cómo se combinan estas emociones.
Las emociones son contagiosas. Los humanos somos seres sociales y también nos comunicamos con las emociones. Si una persona experimenta una emoción, será capaz de comunicar esa emoción e influir en las emociones de los demás.
Las mujeres y los hombres son igual de emocionales. Siempre se ha dicho que las mujeres tienen más emociones que los hombres, pero esto se trata solo de un estereotipo. En realidad no hay diferencias entre ambos géneros.
En las primeras semanas de vida de un bebé no hay emociones. Solo son capaces de mostrar el dolor o el malestar a través del llanto. Pasadas unas semanas, la sonrisa es su primera muestra emocional, aproximadamente a los dos meses de vida.
Todos los animales sienten. Una investigación de 2012 comprobó que mamíferos, reptiles, pájaros, anfibios, peces y algunos invertebrados tienen sentimientos. Los animales son como los seres humanos: sienten dolor, miedo, placer y emociones positivas.
La manera en que expresamos nuestras emociones es diferente en función de la persona. La cultura en la que se viva o el idioma que se habla son factores que afectan a la hora de expresar una emoción.
La Regla de los 90 segundos nos dice que ese es el tiempo que nos dura una emoción. Aunque parezca poco, pasado ese tiempo, son nuestro estado de ánimo y nuestros pensamientos los que no nos permiten desconectar de un problema y hacen que lo alarguemos.
En concreto, la tristeza es la emoción que más alargamos, hasta 240 veces más que cualquier otra emoción.
Lo que has vivido en el pasado afecta a tus emociones futuras. Los recuerdos o las heridas emocionales, especialmente las que vives durante la infancia, tienen mucha influencia en las emociones que vives hoy. Nuestra mente de forma inconsciente asocia las situaciones que vives con las que ya viviste en el pasado.